Como preteger la trufa y almohadillas.
Share
Las almohadillas de los perros, al igual que la trufa, son áreas sensibles que requieren atención y cuidado, especialmente en condiciones extremas como el frío invernal o la actividad física intensa. A continuación, te damos más detalles sobre cómo proteger tanto las almohadillas como la trufa de tu perro para asegurar su bienestar.
Protección de las almohadillas:
- Corte de pelo entre las almohadillas: Durante el invierno, corta el pelo que crece entre las almohadillas de tu perro para evitar que se acumulen cristales de hielo o nieve que puedan causar molestias o heridas.
- Uso de botas o botines: Si a tu perro le cuesta adaptarse a las botas, opta por botines especialmente diseñados para proteger sus patas del frío extremo, el hielo y el riesgo de cortes.
- Aplicación de soluciones para curtido: Existen productos específicos para fortalecer las almohadillas, haciéndolas más resistentes al sobrecalentamiento o a las inclemencias del tiempo.
- Cremas impermeabilizantes: Antes de salir a pasear, utiliza cremas o pomadas resistentes al agua para proteger las patas de tu perro y evitar que la humedad o la sal de la nieve las irriten.
Qué hacer al volver del paseo:
- Revisión de las patas: Inspecciona las patas de tu perro al regresar de un paseo para detectar abrasiones, heridas, grietas o cualquier otro signo de irritación, especialmente en los espacios entre los dedos y las almohadillas.
- Limpieza adecuada: Lava las patas con agua tibia y asegúrate de retirar cualquier residuo como sal o cristales de hielo.
- Secado completo: Asegúrate de secar bien las patas después de limpiarlas, ya que la humedad atrapada puede causar más irritación.
- Tratamiento hidratante y reparador: Aplica un tratamiento hidratante y calmante para promover la curación de las áreas dañadas y evitar que las grietas se agraven.
Protección de la trufa:
La trufa de tu perro, aunque menos visible que las patas, también es muy sensible y puede verse afectada por las condiciones climáticas extremas.
- Hidratación: Al igual que las almohadillas, la trufa puede resecarse y agrietarse debido al frío. Para evitar esto, asegúrate de que tu perro se mantenga bien hidratado. También puedes aplicar una crema o bálsamo específico para la trufa que actúe como barrera contra el frío y la sequedad.
- Evita la exposición excesiva al frío: Si las temperaturas son muy bajas, intenta reducir el tiempo de paseo y evitar que tu perro se exponga durante largos periodos a las heladas.
- Limpieza suave: Si tu perro tiene la trufa reseca o agrietada, límpiala suavemente con un paño húmedo y, si es necesario, utiliza un bálsamo que la hidrate y repare.
- Prevención de heridas: Al igual que las almohadillas, la trufa también puede sufrir cortes o fisuras. Si notas que tu perro tiene la trufa dañada, aplica una pomada reparadora para acelerar su recuperación y evitar infecciones.
Conclusión:
Protege las patas y la trufa de tu perro con cuidados preventivos como el uso de cremas, botas y un mantenimiento adecuado de su higiene. Inspecciona las zonas vulnerables después de cada paseo y aplica productos hidratantes y reparadores para mantener su piel sana y evitar lesiones. Siguiendo estos consejos, puedes asegurar que tu amigo peludo disfrute de sus paseos sin sufrir molestias ni daños.