
Los ojos.
La Importancia de la Higiene Ocular en Perros: Guía Completa
Los perros exploran el mundo con todos sus sentidos, y sus ojos están expuestos constantemente a factores externos como la arena, el polvo, los juegos en el parque y el contacto con otros animales. En ocasiones, pequeñas partículas pueden introducirse en el globo ocular y causar irritaciones o infecciones peligrosas. Para evitar estos problemas, la higiene ocular debe convertirse en una parte esencial de la rutina de aseo de tu mascota.
Pero, ¿cuál es la manera correcta de limpiar los ojos de un perro? ¿Cómo aplicar correctamente las gotas oftálmicas? Sigue estos cinco pasos para garantizar la salud ocular de tu fiel amigo.
¿Cómo Limpiar los Ojos de un Perro?
Los juegos, paseos y la curiosidad natural del perro pueden provocar que sus ojos se ensucien o se irriten. Aunque los párpados y pestañas funcionan como barreras naturales, no siempre son suficientes para evitar que elementos extraños entren en contacto con los ojos.
La higiene ocular regular ayuda a prevenir infecciones y otros problemas que podrían afectar la salud del animal. Es recomendable limpiar los ojos del perro al menos una o dos veces por semana, aunque algunas razas, como los carlinos o los bulldogs, pueden necesitar limpiezas más frecuentes debido a la forma y exposición de sus ojos.
A continuación, te explicamos cómo hacerlo correctamente.
Paso 1: Crear un Ambiente Tranquilo
Dado que los ojos son órganos sensibles, la manipulación de la zona ocular debe hacerse con mucho cuidado. Para facilitar el proceso:
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Elige un lugar tranquilo donde el perro se sienta seguro, como el baño o su espacio habitual de descanso.
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Habla con voz calmada y acompaña la limpieza con caricias para reducir la ansiedad del animal.
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Antes de empezar, lava bien tus manos con agua y jabón para evitar introducir bacterias en los ojos del perro.
Paso 2: Inspeccionar el Globo Ocular
Antes de proceder con la limpieza, es importante examinar los ojos del perro para detectar cualquier signo de infección. Algunas señales de alerta incluyen:
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Lagrimeo excesivo o de color verdoso.
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Enrojecimiento de la zona ocular.
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Secreciones anormales o costras en los párpados.
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Sensibilidad o rascado frecuente de los ojos.
Si notas alguno de estos síntomas, consulta con el veterinario antes de continuar con la limpieza. Es posible que el perro necesite un tratamiento con gotas antibacterianas o antiinflamatorias.
Paso 3: Elegir el Producto Adecuado
Para la higiene ocular cotidiana, el producto más recomendado es el suero fisiológico, que ayuda a eliminar residuos y a mantener los ojos hidratados. Se puede encontrar en monodosis o en botellas más grandes. Si optas por un envase grande, es recomendable utilizar una jeringuilla sin aguja para extraer la cantidad necesaria sin contaminar el frasco.
En caso de infección, solo el veterinario podrá indicar el colirio adecuado para tratar la afección.
Paso 4: Limpiar los Ojos con Gasa y Suero Fisiológico
Para iniciar la limpieza, sigue estos pasos:
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Empapa una gasa limpia con suero fisiológico.
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Con los ojos del perro cerrados, realiza movimientos suaves alrededor del globo ocular, las pestañas y los párpados para eliminar suciedad y legañas.
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Evita el uso de algodón, ya que sus fibras pueden desprenderse y entrar en los ojos del perro.
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En perros con pelo largo, usa una pinza o una goma suave para apartar el cabello y facilitar la limpieza.
Paso 5: Aplicar las Gotas Oftálmicas
Una vez que el perro esté tranquilo y el área ocular haya sido limpiada, llega el momento de aplicar las gotas:
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Sujeta con suavidad la cabeza del perro, asegurándote de que esté lo más cómodo posible.
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Con una mano, abre el párpado superior e inferior.
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Con la otra, aplica una o dos gotas del suero fisiológico o colirio prescrito por el veterinario en el interior del ojo.
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Permite que el líquido se distribuya de manera natural y, con una gasa limpia, retira los excesos.
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Repite el proceso con el otro ojo.
Si hay legañas persistentes, aplica unas gotas adicionales para que los restos floten y sean más fáciles de eliminar.
Consejos Finales para una Correcta Higiene Ocular
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Incluye la limpieza ocular en la rutina de higiene semanal de tu perro.
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Lava sus cuencos de agua y comida con regularidad, ya que la contaminación puede afectar su salud ocular.
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Evita el uso de productos irritantes como jabones, champú o soluciones caseras que no hayan sido recomendadas por el veterinario.
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Protege sus ojos del viento y el polvo durante los paseos, especialmente si vas a la playa o zonas con arena.
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Consulta con el veterinario ante cualquier cambio en los ojos del perro, como enrojecimiento, secreciones anormales o inflamación.
Conclusión
La higiene ocular es una parte fundamental del cuidado de nuestra mascota. Unos ojos limpios y sanos aseguran que el perro pueda disfrutar de su entorno sin molestias ni riesgos de infecciones. Siguiendo estos sencillos pasos y manteniendo una rutina de limpieza, garantizamos la salud y el bienestar de nuestro peludo compañero.
¡Tu perro te lo agradecerá con una mirada llena de amor y alegría! 🐶💙